En un mundo como éste, en el que algunos ingenuos creen que en occidente reina la libertad y otros incapaces de asumir su responsabilidad creen que la libertad es una entelequia, y que los poderosos hacen y deshacen a su gusto riéndose de nosotros, el Vehemente cree en la Libertad. Siempre. Aunque a veces sólo sea la Libertad de Gritar. Gritar de rabia o gozo, gritar de dolor o de alegría, gritar en contra o a favor, pero siempre con Libertad.

14.11.06

Pasos de cebra... y de cebro



Según los representantes municipales el objetivo es acabar con una supuesta discriminación que sufren las mujeres al no estar representadas en los “muñecos de los pasos de cebra”. Decididamente estamos gobernados por idiotas.

En primer lugar, nunca he pensado que la figura que aparece en las señales de paso de cebra, semáforos, etc., tuvieran sexo alguno. Desde que hace ya bastantes años perdiera la chaqueta y el sombrero que lo caracterizaban como un caballero de la época, siempre pensé que el pictograma en cuestión representaba la figura de un bípedo antropomorfo, es decir, un ser humano, sin entrar en más detalles. Personalmente, no le encuentro ningún atributo que indique el posible sexo del monigote. De este modo representaba a todos sin excepción, hombres mujeres, altos, bajos, rubios, morenos, blancos, negros,… aunque quizás, ahora que lo pienso, siguiendo la filosofía de los dementes de la corrección política sólo representase a los negros, pues el muñequito es negro y además como los negros son minoría, supongo que según sus ideas, merecedores de discriminación positiva y por tanto de dibujitos propios alusivos a su especificidad.

Bueno, pues el caso es que existiendo iconos con los que nos podíamos identificar todos, ahora pretenden que haya además otros con los que sólo se identifique la mitad de la población. Así pues la mitad de la población queda representada en todas las señales, y la otra mitad sólo en las de toda la vida. ¡Joder!, ¡si eso es igualdad…!

Pero es que además los muy idiotas pensarán de verdad que las nuevas figuritas representan a una mujer. Después de leer la noticia, ya que me dirigía a mi trabajo en autobús, decidí hacer un rápido estudio de campo y las conclusiones son las que siguen:

De las cien primeras mujeres con las que me crucé (no seguí contando porque me pareció una muestra medianamente significativa), solamente seis llevaban falda. De estas, cinco tenían más de sesenta años y como suele ocurrir con la gente de esa edad ninguna llevaba el pelo largo y mucho menos coleta. La sexta, la que tenía menos de sesenta años, tampoco llevaba coleta. Evidentemente el estudio es casero y rápido, pero significativo. Mucho más si tenemos en cuenta que por la hora a la que se hizo (en torno a las 9:00 de la mañana) quedaron fuera del mismo todas las aquellas mujeres que por ser estudiantes de instituto o universitarias no se encontraban en la calle sino en sus respectivas aulas. No creo descubrir un secreto si afirmo que el porcentaje de chicas de instituto o universitarias que usan falda a diario es mínimo, dada la clara supremacía de los pantalones de chándal y los vaqueros respectivamente.

Así pues, esos dibujitos que supuestamente representan a las mujeres y que las liberan de una insufrible discriminación y sabe dios si de una opresión aún peor, en realidad ¿a quién coño representan? Si ahora es ínfimo el porcentaje de la población que se podría identificar con ellos (en torno al 3% según el rápido pero significativo estudio aludido), dentro de treinta o cuarenta años será aún mucho menor, pues el 5% que ahora es mayor de sesenta años no estará ya entre nosotros.

Señores políticos, no les pagamos para que pierdan el tiempo en gilipolleces, y no porque luchar contra la discriminación lo sea, sino porque son ustedes los que con estas actitudes generan desigualdades. Porque además y aún en el caso de que los monigotes de toda la vida fueran discriminatorios, o simplemente fueran hombres, en ciertos casos debe primar la claridad sobre otros condicionantes, y el tema de la seguridad vial es demasiado serio como para crear confusión en los conductores. No obstante, ahora que lo pienso, quizás si haya estúpidos que les paguen para que pierdan el tiempo con estas gilipolleces en vez de hacerlo para que solucionen los problemas. O estúpidas.

El Vehemente/La Vehemente/La Vehementa (¡Joder!, ¡Qué difícil es esto de la corrección política!).

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Quizá para ti sea fácil encontrar este tema gracioso o digno de crítica. Para mí estos pequeños gestos son los que como sociedad nos distinguen de otras bárbaras y fanáticas. Amigo, estos gestos no son más que mensajes para navegantes, un pequeño homenaje a y un reconocimiento para millones de mujeres que han sufrido de forma brutal la desigualdad de genero.
¡Quien sabe!, quizá algún día serás padre de una niña. Con esta actitud, la estas condenando a vivir en un mundo donde nada ha cambiado. Aunque tengo la certeza de que tú crees en la igualdad de género, hay un altísimo porcentaje de la población que no lo hace porque, simplemente, es lo que ha mamado desde pequeño. Estas iniciativas son el camino correcto a seguir, educan y conciencian
Obviamente te resulta fácil identificarte con el muñequito y pensar que representan a todos porque lo ves con tus ojos de hombre, porque asumo con estos comentarios que lo eres.
Veo que te gustan mucho las estadísticas y los muestreo, pero te diré que el ser mujer y sentirse así, no tiene nada que ver con la ropa que vistes. Amigo mió, normalmente a ese tipo de representaciones se las llaman ideogramas. Cuando estás en un bar y quieres ir al baño, si ves un monigote con sobrero de copa, bigote y chaqué entiendes que ese es el de caballeros y hace siglos que los hombres no visten así
Te hago una pregunta, si un día lees que se han encontrado restos arqueológicos de una antigua civilización que demostraba la igualdad de género, ¿Qué pensarías de ellos?.
Pretendes ir contra corriente y criticar algo tan justo para demostrar, quien sabe, que están en una esfera superior de conocimiento y nos ves desde arriba con compasión.
Aunque en muchos casos podría darte la razón, te diré que “Dios bendiga a estos idiotas como si de Ignatius J. Really se tratasen y nos guarde de los cuerdos vehementes”.
El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.

Paz y amor.
"El hombre tranquilo"

4:28 p. m.

 
Blogger Vehemente said...

Vamos por partes.

Ni mucho menos me parece este tema gracioso, digno de crítica sí. No son estos pequeños gestos para la galería los que hacen que una sociedad deje de ser bárbara o fanática. Eso se conseguiría con gestos del tipo de renumerar por el mismo trabajo igual a hombres y mujeres o prohibir la tortura de animales en las fiestas populares, pero si crees que vives en una sociedad que no es ni bárbara ni fanática te han comido mucho el coco los que mandan. Quizás algún día sea padre de una niña, y en ese caso espero tener la suficiente lucidez para educarla de modo que luche por una igualdad real, no una políticamente correcta. Dices tener la certeza de que yo creo en la igualdad de género. Conjeturas y te equivocas. Lo siento, no es así. Ni creo que las mujeres sean iguales a los hombres, ni que lo sean los negros y los blancos, ni los altos y los bajos, ni los rubios y los morenos. No creo que ningún individuo sea igual a otro. En lo que creo firmemente es en la igualdad de derechos. Que no seamos iguales no quiere decir que unos seamos mejores que otros. Pero vuelves a conjeturar suponiendo que, quién sabe, quizás estoy en una esfera superior y miro al resto desde arriba con compasión.

Si me identifico con el muñequito (vuelves a conjeturar) es por que he hecho un gran esfuerzo para evitar caer en el gran error de intentar considerarlo una representación fiel de algo (recuerda es un ideograma). Por eso me podría sentir identificado con él aunque no fuera negro (como él o ella), aunque no tuviera la cabeza redonda (como él o ella), aunque no estuviera bien proporcionado (como él o ella), aunque no tuviera pechos (como él o ella) y aunque no me colgara nada entre las piernas (como a él o ella).

¿Por qué piensas, al igual que algunas personas del ayuntamiento de Fuenlabrada, que el muñequito es hombre? Quizás el problema está en la cabeza de los que no sabéis ver una mujer en el monigote de marras. Y ahí sí creo que tienes toda la razón, el problema es de educación y en la educación está la solución. Ahora, eso sí, creo que tenemos conceptos distintos de cómo se debe educar.

En cuánto a lo que pensaría si se encontrasen restos arqueológicos de una antigua civilización igualitaria, te diré que me parecería genial por ellos. Habrían sido capaces de hacer mucho más rápido que nosotros un camino difícil aunque justo, y probablmente sin pasar por las chorrada por las que, a veces, pasamos nosotros.

Para acabar te diré que no pretendo ir contra corriente, lo que pasa es que con frecuencia es la única opción decente.

No obstante no me hagáis mucho caso pues no debo ser un verdadero genio, ya que aquellos que os conjuráis contra mí no parecéis necios.

Muchas gracias por entrar al trapo.

El vehemente

6:49 p. m.

 

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