En un mundo como éste, en el que algunos ingenuos creen que en occidente reina la libertad y otros incapaces de asumir su responsabilidad creen que la libertad es una entelequia, y que los poderosos hacen y deshacen a su gusto riéndose de nosotros, el Vehemente cree en la Libertad. Siempre. Aunque a veces sólo sea la Libertad de Gritar. Gritar de rabia o gozo, gritar de dolor o de alegría, gritar en contra o a favor, pero siempre con Libertad.

16.9.12

REALEZA. ADEMÁS DE CAPULLOS, TONTOS

Vaya, vaya, más de uno va a pensar que el vehemente se ha vuelto frívolo. Pues puede ser que sí. La verdad es que las noticias "serias" son tan tristes que procuro evitarlas, pero incluso entre las noticias chorras puede uno encontrar detalles que traslucen más de lo que podría parecer y que dan tanto para reír como para cabrearse.

El caso es que al parecer a Kate Middleton, duquesa de Cambridge y futura reina consorte del Reino Unido, si nadie lo evita, le ha sentado mal que le fotografiaran las tetas. ¡Hay que joderse con estos nobles y estas realezas de mierda! Y casi más con estas y estos advenedizos que desde el populacho se han encaramado a los escudos de armas y a los palacios que pagan los súbditos con unas ínfulas aún mayores que si se encontraran en esa posición por la ruleta del nacimiento. Vamos a ver, señora: disfruta usted de unos privilegios absolutamente anacrónicos e inconcebibles en un mundo que se pretende desarrollado, civilizado y democrático. Como puede comprender, no hay nada gratis en este jodido mundo, así pues, a cambio de dichas prebendas que no son pocas ni despreciables, lo menos que puede usted hacer es guardar las composturas como se supone que debe hacer alguien de su posición. La mujer del César además de ser decente debe parecerlo. Que nadie se confunda, no es que yo esté en contra del topless. No señor, me parece un invento tan maravilloso como terrible según quien lo ponga en práctica. Pero en el caso concreto de esta señora lo siento pero no tiene derecho a practicarlo. Que nadie pretenda defender su libertad de acción ni su derecho a la intimidad. No lo tiene. Cuando se casó con el principito heredero (en segundo grado) la perdió. No hablo de lo que diga la Ley, que con frecuencia es patética y es posible que hasta la defienda, hablo de sensatez, de sentido común y de Justicia(*). Y mucho menos derecho que ha ponerse en tetas tiene aún a cabrearse si la pillan y lo publican en las revistas del colorín. Lo que debería hacer ante "sus súbditos" sería bajar las orejitas, y pedir perdón. Por enseñar las tetas y por dejarse fotografiar.

Como ya comenté en otra entrada hace ya mucho tiempo si a la monarquía le quitamos la excepcionalidad, deja de tener sentido (deja más todavía, pues ya tiene poco de por sí). Así pues basta ya de pedir que se respeten y mantengan sus privilegios mientras se comportan cada vez más como el resto de la gente.

Viva la república.

El Vehemente.

(*) "Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece", según el Diccionario de la Real Academia Española en su primera acepción.

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