En un mundo como éste, en el que algunos ingenuos creen que en occidente reina la libertad y otros incapaces de asumir su responsabilidad creen que la libertad es una entelequia, y que los poderosos hacen y deshacen a su gusto riéndose de nosotros, el Vehemente cree en la Libertad. Siempre. Aunque a veces sólo sea la Libertad de Gritar. Gritar de rabia o gozo, gritar de dolor o de alegría, gritar en contra o a favor, pero siempre con Libertad.

20.3.06

Manipulación Política

Nada hay más lejos de mi intención que apoyar al PP, partido por el que nunca he sentido ninguna simpatía, pero el comportamiento del partido del gobierno y de buena parte del resto del arco parlamentario no me dejan más remedio que realizar sino una defensa puntual del PP, si una crítica absoluta a la manipulación descarada que el PSOE y sus coleguitas están llevando a cabo.

No me voy a extender demasiado y voy a citar dos ejemplos muy claros:

- En primer lugar la reacción desproporcionada y claramente malintencionada ante unas declaraciones del señor Rajoy acerca de las consecuencias sociales, judiciales y políticas que tendrían las irregularidades policiales y judiciales en torno al 11-M publicadas por un periódico de tirada nacional, de confirmarse. Hasta donde yo he podido seguir esta noticia el señor Rajoy tan solo declaró que, de confirmarse dichas irregularidades, las consecuencias serían gravísimas, pudiendo llegar incluso a la nulidad de proceso. No veo el más mínimo motivo para el escándalo que ha montado el partido gobernante al respecto, toda vez que el señor Rajoy no dio en ningún momento por ciertas las citadas informaciones, sino que sólo hizo ver la gravedad que tendrían de ser ciertas. Quizás el PSOE, en lugar de intentar demostrar constantemente que el lider de oposición es el mismísimo demonio y que ellos son unos angelitos, mejor haría en explicar a la opinión pública el porque de su descarada obstrucción a los trabajos de la comisión parlamentaria que investigaba estos hechos así como algunas otras actuaciones o circunstancias sospechosas, entre las que se pueden incluir ciertos nombramientos de cargos policiales y políticos.

- En segundo lugar el incidente protagonizado la semana pasada por el señor Zaplana, del cual todo lo malo que podamos decir es poco, y la señora Fernández de la Vega, vicepresidenta del gobierno, provocado por unas estúpidas palabras del diputado del PP, completamente fuera de lugar. Es evidente y completamente cierto que el señor Zaplana meó fuera del tiesto al comentar la supuesta afición de la vicepresidenta a los disfraces en referencia a la participación de la misma la semana anterior en unos encuentros en África, en los que no tuvo reparo en vestir las típicas indumentarias africanas. A raíz de ello, la contestación de la Señora Fdez. de la Vega atribuyó entre otros motivos los comentarios de Zaplana a su supuesto machismo, y ante la falta de disculpa del portavoz del PP las diputadas del PSOE, IU y algún otro partido de izquierdas se levantaron de sus escaños como señal de protesta. Y es aquí donde una vez más apreció una lamentable manipulación de los hechos. Hasta donde yo llego el señor Zaplana no hizo ninguna relación entre la condición de mujer de la vicepresidenta y su supuesta afición a los disfraces. Alguien me podrá decir que la relación es evidente puesto que los actos en los que Fernández de la Vega lució los llamativos atuendos fueron actos dedicados a la mujer, pero no creo que esto tuviera relación alguna con los comentarios de Zaplana, que en mi opinión se habría cachondeado igualmente aunque los actos hubieran sido sobre la seguridad en Oriente Medio o sobre la pesca del fletán en las aguas del Atlántico Norte. Así pues, no me queda más remedio que deducir que tanto la mención de De la Vega al machismo como la “espantá” de sus compañeras ultrafeministas responde a una estrategia de desprestigio permantente con motivo o sin él. Muy probablemente el señor Zaplana sea un machista impresentable, pero desde luego no fueron esas declaraciones las que lo demostraron.

Lo más curioso del caso es que no veo ninguna necesidad de falsear la realidad para poner a parir a la mayoría de los políticos del PP. Gente como Zaplana o Acebes dan todos los días sobrados motivos para ello.

Por otro lado es triste ver como estas actitudes pseudostalinistas del partido gobernante, y de algunos de sus principales figuras como Rubalcaba, López Garrido o el inefable Pepiño Blanco, que han perdido completamente la vergüenza a la hora de defender causas indefendibles y de falsear la realidad siempre que haga falta para conseguir sus objetivos acaban alejando a uno del que en principio sería su partido natural, el PSOE. Visto lo visto no estaría de más la creación de algún partido como los que surgían durante los primeros años tras la caída de los regímenes comunistas en la Europa del Este, “partido de los bebedores de cerveza”, “partido de los conductores” y cosas por el estilo.

Ya más en serio, bienvenido sea a la arena política (quizás sería más correcto decir lodazal) y social una iniciativa tan sana y necesaria como Ciutadans de Catalunya. Por favor, dejadles trabajar por la sensatez.


El Vehemente.